Luego de una semana soportando burlas de gallinas y panaderos dando por condenado al América a la segunda división, llegaba la última fecha. Última fecha en la que sólo queríamos ganar por el respeto a nuestro honor y los más optimistas hacíamos cuentas porque se diera un milagro y clasificáramos a finales, este milagro era casi que imposible que se diera teniendo en cuenta que se tenían que dar 5 resultados además de que América ganará con autoridad un partido en una plaza difícil como Ibague.
Comenzaba la jornada definitiva sin transmisión del partido de la Mechita. Los que deciden que partidos se transmiten veían al América como eliminado, entonces no valía la pena transmitirlo. Me apegaba al computador que sintonizaba una emisora que me trasmitía el partido, a mi celular que por radio me decía que pasaba en las demás canchas del país, y a mi tv qué estaba en el partido de Quindio, partido en el que necesitábamos que ganará Equidad para nosotros tener alguna posibilidad de ilusionarnos.
Con los partidos en juego el corazón palpitaba más rápido que de costumbre. Un gol de Once Caldas me animaba, el primer resultado se nos estaba dando. A los pocos minutos del gol en Medellin me informan que América gana 1-0 con gol de Bustos y comienza mi domingo de alegría. Con el pasar de los minutos la ansiedad aumenta y la posibilidad de clasificar disminuye. Otro gol de Once Caldas me hace pensar que el resultado en Medellin ya está, el local pierde 2-0. Llega un gol del Deportivo Casi que nos vuelve alejar de la clasificación. Sobre el final del primer tiempo en Medellin hay dos goles del local y el partido vuelve a tener vida, me preocupo. Pero un gol del Huila me devuelve la alegría y nos vuelve a hacer pensar que los milagros existen.
Llega el segundo tiempo, en el que se define todo. Yo estaba pendiente del tv esperando un gol de la Equidad que nos clasificará momentáneamente. Surge el rumor que si América hace el segundo queda de octavo, cada vez me ilusiono más. Llega la buena noticia de Ibague, la Mechita gana dos cero de visitante, pero los estudiosos de los números dicen que América sigue noveno y necesita otro gol para clasificar. Empiezo a pensar que podemos clasificar, el día está más Rojo que de costumbre. Llega un grito eufórico del periodista en Ibague, Los Diablos Rojos le ganan 3 a 0 al Tolima. Llega un gol en Armenia, el gol de la Equidad y sí señores, la tarde está roja eskarlata. América ya está de octavo. Los resultados no se mueven por varios minutos y en Ibague llega un penalti a favor del Tolima, el local descuenta y el partido está 3-1. América sigue clasificado porque Quindio está perdiendo. Los minutos se me hacen eternos, veo como mis amigos en Twitter sufren mientras no pueden creer que estamos de octavos. Llega un cuarto gol del América, grito sin parar y siento que estamos clasificados, pero inmediatamente llega el empate de Quindio en Armenia y entiendo que debo esperar hasta el final. El Rojo sigue siendo octavo por el gol que acabábamos de anotar. Desde mi celular suena una voz que dice ''Gol en Itagui'' no alcanzo a escuchar de quien es, entonces paso rápido al canal donde están dando el partido de naciopan. Y sí señores, el gol era de Itagui y otro resultado se le estaba dando a nuestra Mechita amada.
Faltaban 15 minutos para el final de los partidos y nuestro equipo Eskarlata estaba haciendo la hazaña que nadie creía posible. Llega un gol del Medellin y sale una puteada de mi boca. Mi tristeza es absoluta mientras veo a los hinchas del Medellin celebrar su clasificación, ya sólo quedaban 10 minutos. Desde ese minuto, mi tv dejo de estar en el partido del Quindio y lo cambie a rcn, donde estaba el partido de Medellin. Fui el más hincha del once caldas en esos minutos. Estaba que puteaba a los jugadores del Once Caldas porque no les veía muchas ganas de ir a empatar y de repente, GOL DEL ONCE y en vez de callarme la boca por lo que pensaba antes, grite sin parar, como si fuera un gol del América. Estábamos de nuevo de octavos. Informan en la radio que hay gol en Cali y no era del DeporCulo, era del Huila, de la mano de un ex-América como Andrade América estaba más clasificado que nunca. Las noticias buenas no terminaban, miraba el tv y gol del Once Caldas, Medellin perdía 4-3 y yo esperaba ya el final de los partidos. Terminó en Ibague, ganó América. Terminó en Itagui, perdió Naciopan, terminó en Medellin, perdió el local. Era increíble que tantos resultados se nos estuvieran dando. Había que pasar el tv al partido del Quindio, el único aún juego, faltaban 5 minutos, Quindio arrinconaba a una Equidad con 10 hombres. Un gol del local nos arrancaba la ilusión de un milagro pocas veces visto. Esos últimos 5 minutos, que en realidad fueron 8, con los 3 minutos de adición me parecieron años, décadas, siglos. En la radio ponían un audio de los jugadores de América en Ibague rezando para que no llegue un gol del Quindio. Yo no rece, pero estoy seguro que estaba sufriendo más que los mismos jugadores. Quindio llegaba y equidad se defendía bien, yo solo miraba al árbitro. De repente el juez levanta sus brazos y termina el partido. Mi corazón se desborda, grito sin parar, América hizo lo imposible, el milagro se nos dio. Ya no puedo ni siquiera gritar, lo único que puedo hacer es llorar y agradecerle a mi papá, ya muerto hace 15 años, por haberme hecho hincha del América. Lloró sin parar, no puedo creer lo que ha pasado este domingo. Se me vienen a la cabeza las bromas estúpidas de nuestros rivales diciendo que nos vamos a la B, pienso en que un equipo tan grande y con tanta garra en momentos difíciles no es ni siquiera de primera, sino de categoría mundial.
Ya se dio el milagro para los Rojos, pero como siempre el que tiene plata lleno de envidia porque le duele ver como fracasa teniéndolo todo, mientras el pobre, el del pueblo hace hazañas y consigue lo que quiere teniendo poco. Naciopan intentará ganar con abogados lo que perdió con fútbol y así eliminar a la pasión de un pueblo. Yo se muchachos que esto no va pasar, América dio la vida en la cancha y ganó su clasificación en la misma y esto nadie se lo puede sacar. A los panaderos les queda otra vez la lección que ni en la vida ni en el fútbol todo se compra.
AMÉRICA LA PASIÓN DEL PUEBLO COLOMBIANO
EL ROJO ES DE PRIMERA Y DE FINALES.
Bogotá, 27 de noviembre de 2011
Camilo Angarita @CamiloAngaritta