Antes de entrar en detalle, Viáfara, referente de los ‘Diablos Rojos’, dijo que “mi intención no es juzgar quién tiene la culpa, quién es el malo o bueno; solo deseo dar mi versión de los hechos”.
En primera instancia, el guardameta se refirió, en detalle, a los diálogos que sostuvo dos meses atrás con los miembros de la junta directiva del club, entre ellos Carlos H. Andrade, Édgar Navia, Oscar Gallego y Aníbal Aguirre.
En esa oportunidad, según el futbolista, le preguntó a la dirigencia ‘escarlata’ si podía, “dentro de mis posibilidades”, devolver el dinero que el club había invertido en él desde agosto del 2011. Asimismo los indagó sobre la opción de salir de la institución. “Ellos manifestaron que me necesitaban acá en el equipo”, agregó.
Luego, argumenta Viáfara, en reunión fechada el sábado 7 de julio, el directivo Édgar Navia le preguntó si tenía alguna oferta de un club donde le pagaran dos o más veces de lo que devenga en América. Navia expresó la voluntad de la directiva por dejarlo ir frente a una mejor opción.
“Le respondí que cuando estuve suspendido tuve ofertas para salir, las cuales fueron rechazadas, pues había adquirido un compromiso con el América y lo iba a cumplir hasta el final de mi contrato”, expresó.
“El doctor Navia manifestó que era importante para ellos saber cuál era mi posición y así tener claro con qué arqueros iban a contar para el segundo semestre”, completó.
Según Julián, el directivo en mención lo indagó sobre si estaría dispuesto a bajar sus pretensiones salariales entre un 10 y 15%.
“Le respondí que no estaba dispuesto a esa rebaja, pues mi salario era el mismo desde agosto del 2011, cuando me vinculé al América”, detalló.
Terminada esa última conversación, cuenta el arquero, regresó a su residencia y dos horas después recibió un mensaje -vía BlackBerry- de parte del doctor Édgar Navia, pidiéndole comunicarse -carácter urgente- con Óscar Gallego, gerente Administrativo y Deportivo.
“El señor Gallego me llamó en seguida, me comentó que estaban reunidos con el profesor Eduardo Lara y que el técnico se la iba a jugar con Andrés Mosquera como titular y Libis Arenas como suplente”, cuenta.
El futbolista dijo haberse puesto, de inmediato, en contacto con el profesor Lara, en procura de claridad sobre la situación.
“Lo llamé, le comenté lo manifestado por Oscar Gallego y él me respondió que estaba en reunión con los directivos, quienes le habían dicho que yo era muy costoso para el club. Me dijo además que él se quedaría con los arqueros antes mencionados y que pediría a las directivas un guardameta adicional que se ajustara al presupuesto”, pormenorizó.
En su diálogo con la prensa caleña y posterior comunicado oficial, Julián Viáfara agradeció a su esposa, hijas, familia, institución, empleados, funcionarios, jugadores, hinchas y periodistas por el apoyo recibido durante 11 meses.
“A pesar de lo que se vivió y que fue un momento difícil en la historia del América, han sido durante este tiempo los más emocionantes, pasionales e importantes que un ser humano y deportista pueden tener en una equipo como este. Muchas gracias y hasta siempre”, concluyó Viáfara, a la fecha con 33 años.
