Agosto 3 / 2014
EXPRESO ROJO 2 -- AMÉRICA 1
MAS DE LA "B" QUE NUNCA. . .
"...No hay cambio de ritmo, no hay ataque. . .no hay dolor..." Marcelo Bielsa
La última vez que jugamos en esta cancha estábamos dando pasos certeros hacia el hueco donde hoy nos encontramos atados vilmente. Fue en 2010, contra Santafé, también perdimos 1-2, con la misma sensación que quedó hoy. Con el mismo sabor a nada de esa tarde dominical hoy regresamos a casa. Las cosas no cambian.
Desde temprano la gente se acercaba a Girardot luciendo con orgullo la camiseta de nuestra alma y dentro de ella la duda de entrar o no al “estadio”, de aportar al negocio de la B o quedarse afuera en una lenta agonía y legítima protesta. Algunos entraron, otros aguardaron afuera con el sentimiento magullado y la voz sentida gritando que no queremos más B. Aquí está tu hinchada América, no nos hemos ido así intenten alejarnos con cada movimiento.
El partido fue una apología al desacierto y la pobreza. Que vaina, más de lo mismo. El equipo se acercó al gol en el primer tramo de juego a consecuencia de la mediocridad del rival y no por virtudes propias. La idea de juego no aparece a la misma velocidad que las excusas. No jugamos a nada, y aunque muchos pretendan vender que fuimos mejores, la verdad es otra; y es una verdad dolorosísima. La temperatura alta, tan alta como la vergüenza, fue testigo de una escena que se esta volviendo bastante familiar: nuestro arquero sacando el balón del fondo y el equipo al borde de la desgracia. Gol y cinco minutos después otro gol. Se podía escuchar caer un alfiler, el silencio era brusco. Ni el eco de lo que se cantaba afuera cortaba el aroma a sepulcro.
De entrada al segundo tiempo Peralta cruzó un remate fuerte y descontó presagiando un buen desenlace. ¡Vamos, vamos! J.J arengaba a los jugadores a presionar al rival, tímidamente su asistente también lo hacía. Y en la cancha una migaja de reacción. El equipo intentó dar la vuelta pero fue estéril, no encontró nunca la claridad necesaria para empatar. A trompicones creó dos opciones claras que salieron desviadas. No hubo cambio de ritmo, no hubo ataque. . . no hubo dolor. Perdimos contra un equipo más pobre que el nuestro. Perdimos y a pesar que el empate estuvo cerca, es una realidad que los sedales que sostienen esta ilusión están a punto de caer. El camino de regreso a primera está cada vez más escarpado. Y más cuando nos hemos vuelto un Depor o un Popayán o un Expreso rojo para no perder el color. Hoy somos más de la "B" que nunca. Qué dolor escribirlo. La camiseta sigue inmaculada y radiante en la tribuna, la hinchada la viste orgullosa pero en la cancha la han vuelto un manojo de harapos.
Con la cabeza entre las manos y chocando rabiosos la mandíbula contra los dientes nos retiramos de la cancha. Con dolor de América. . . Nos dueles América, nos dueles mucho.
Estar en la B no es solo jugar un torneo de mierda, no es solo decir que no lo merecemos. Estar en la B es mediocridad, conformismo e indolencia. Estar en la B es una actitud y forma de vida de la que han llenado a nuestro equipo. No se que pase mañana, si este pequeño barco encuentre dirección; pero hoy somos más de la "B" que nunca. Qué dolor escribirlo.
Saludos,
MAURICIO BERMÚDEZ --- @MBER226
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del América de Cali